miércoles, 18 de septiembre de 2013

Conversaciones breves

Haría cualquier cosa para evitar el aburrimiento. Es la tarea de toda una vida. Nunca puedes saber lo suficiente, nunca trabajar lo suficiente, nunca usar los infinitivos y participios de forma suficientemente rara, nunca cortar el movimiento con la suficiente brusquedad, nunca abandonar tu idea lo suficientemente rápido.

Anne Carson, Short talks


Sobre la palabra alumbrada:

Que nunca la usamos suficientemente.
Que quisiera agregarla a vos.
Que podría cerrar un poema que no hablara de la noche.
Que sería como decir tu corazón o lo que cantabas este mediodía.

Sobre J B –el miedo a su muerte:

Mientras viaja en moto hacia Rusia o a un pueblo en el que alguien tiene un nombre ruso- no se le ven los ojos ni la boca bajo el casco – es una ráfaga frágil que podría atropellas cualquier camión cargado de papas o zapallos todavía un poco verdes. Con dos o tres trozos dibujaría la trayectoria de su cuerpo en el aire.

Sobre los cuerpos en la playa:

Hasta yo misma me pongo un short, una remera roja y salgo.

Sobre el 7 de enero de 2013:

Nada destacado más que el amor en la siesta y ahora el mar moviéndose sobre los grillos y el viento.

Sobre la mañana en el hospital:

La chica que habla a los gritos con un amigo: LLAMAME / DESPUES/ TRABAJO/ NO SÉ
Las otras tres pibas con sus guardapolvos, una –arremangada, con una gasa en el antebrazo, le sacaron sangre- muerde una manzana roja.
La que repite dos veces el apellido y pide que la acompañen.
Y yo que doy mi brazo izquierdo, cierro el puño y pienso en la segura serenidad de la enfermera al clavar la aguja.
Para distraerme intento listas mentales de cosas que sé hacer así, con certeza.


Sobre las naranjas:

No es igual tenerlas ahí, en el árbol del patio, candilejas.
Todos los ojos vienen a verlas.
También ellas son ojos ardientes que vigilan nuestros movimientos con la escoba, las llaves, las sillas, la mano que se acerca, se agranda, la boca.

Sobre las naranjas de Anahí:

Dice que las arrancó el viento, que desparramadas en el patio eran peces flotando en el mar dorado del invierno.

Sobre la palabra amarillo:

Modorra de los gusanos de seda en tiempo de niebla.




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